Del coco podemos beber su agua, comer la pulpa, utilizar su aceite y además, hacer y usar la harina, la cuál se obtiene de la leche de coco.
La harina de coco es una harina libre de gluten, muy rica en fibra y baja en carbohidratos siendo ideal además de en dietas exentas del alérgeno en dietas paleo, keto, GAPS, SCD y «low carb». Es una harina con un altísimo porcentaje en fibra: 30 g de harina de coco aportan aproximadamente 12 g de fibra, más de un tercio de la ingesta diaria recomendada de fibra dietética en adultos. Por tanto, es saciante e influye positivamente en la salud intestinal al presentar un efecto prebiótico.