Oreo no solo es la galleta más reconocida y vendida en todo el mundo. A lo largo de su historia, ha desarrollado casi un movimiento paralelo, gracias a unas siempre originales campañas publicitarias y, por supuesto, a unas cualidades que le convierten en una galleta diferente al resto. Por ejemplo, su modo de consumo, como bien se encargó la marca de recordar en una de sus campañas, a modo de libro de instrucciones: primero se destapa; después, se lame la parte que contiene la crema, y por último, se moja en la leche. Según la marca, el 50% de sus consumidores siguen estos pasos.
Ingredientes: Harina de trigo, azúcar, aceite vegetal de palma, cacao en polvo (5,2%), almidón, fresa en polvo, sal, agentes leudantes en proporción variable ( E550ii, E503ii), emulsionates E322, acidulante E330, aromas.
Puede contener trazas de sésamo, leche y huevo.