El bubble tea es una bebida que se prepara con una base de té y se mezcla con leche, crema, o zumo de fruta. A esto, se le añaden unas bolitas comestibles, de tapioca o de gelatina, que se depositan en el fondo del vaso, y es lo que la hace especial. Su origen se remonta a Taiwán, una isla situada al sureste de China, en la década de los 80.
Aunque es muy popular, aún se disputa quién fue el creador de esta bebida, ya que hay dos establecimientos que reclaman el título. Uno de ellos es el Chun Shui Tang, una casa de té fundada en 1983 en Taichung, que afirma que fue el primero en añadir perlas de tapioca al té con leche, inspirado en un viaje a Japón. El otro es el Hanlin Tea Room, fundado en 1986, que sostiene que fue el primero en usar perlas de tapioca blancas, de almidón de patata, que encontró en el mercado de Tainan.
Indistintamente de su origen, lo cierto es que el bubble tea se hizo muy popular en Taiwán, entre los estudiantes y jóvenes. La forma tan divertida de tomar el bubble tea se expandió por el resto de Asia, y luego por el mundo. Hoy, se puede encontrar en cualquier país, y se ha convertido en símbolo de la cultura taiwanesa.
Ingredientes: Agua, azúcar, aceite de coco, fibra de coco y glucosa, té instantáneo (hoja de jazmín), sal, emulsionante (E471, E473), espesante (E466, E412), acidulante (E331iii, E451i, E500ii), edulcorante (E590, E955), colorante (E102, E133):
Puede contener lactosa en la línea de producción.