La kombucha se ha posicionado como una alternativa saludable a las bebidas azucaradas y los refrescos, aprovechando que hay una mayor conciencia de los estragos que causa en el organismo beber calorías. Pero, ¿qué es la kombucha?
La kombucha es una bebida fermentada hecha a partir de té endulzado, al que se le añade una colonia de bacterias y levaduras conocida como SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast). Durante el proceso de fermentación, los microorganismos consumen el azúcar, produciendo ácido acético, gas carbónico y una variedad de compuestos beneficiosos como vitaminas y probióticos. También se produce una minúscula cantidad de alcohol en la fermentación, de menos del 0,5%. El resultado es una bebida ligeramente efervescente y ácida que se considera beneficiosa para la salud digestiva.
Ingredientes: Agua, cultivos naturales de kombucha (simbiosis de microorganismos), azúcar de caña*, dióxido de Carbono**, zumo de jengibre 0,45%, hojas de té verde* y té blanco* 0,3% maceradas en frío.
(*)=De cultivo ecológico.
(**)=CO₂ tanto natural como añadido como ingrediente alimentario (para ayudar a mantener estable la cantidad de alcohol residual).
El azúcar de caña es imprescindible para la fermentación y solo queda de forma residual tras el proceso.
Modo de empleo: Al contener ingredientes 100% naturales encontrarás sedimentos que son fruto del proceso de fermentación. Puedes tomártelos o retirarlos con un colador. Mover despacio y sin agitar antes de servir. Consumir muy fría. Conservar siempre en frigorífico entre 2ºC y 6ºC.